martes, 26 de diciembre de 2006

"Noche obscura"



Noche oscura que te acercas

invadiendo pensamientos

con preguntas sin respuestas,

logras noche oscura que con tu silencio

calle lo que siento.



Como saber si soy tu luz.

como saber si soy tu luna .

si tu negra oscuridad

no deja ver tus sentimientos.

Si pudiera con una estrella

alumbrar el mar de tus pensamientos ,

entonces asi saber si en ellos

todavia me encuentro.



Deseo alumbrar tus noches de oscuridad,

ser tu recuerdo constante y el dia

en que no sientas alegria

quiero ser tu compañia en la noche y en el dia.
(Este poema fue contribuido por una queriasa amiga, Odalys Muñoz, mil gracias por eso)

Sweet dreams


These are the special time
When I need someone like you
And you´ll need someone near of you.
When we’re found in ours dreams.

sábado, 23 de diciembre de 2006

¨ Encuentro peligroso¨


La víctima, acechada como una indefensa presa solo esperaba el pronto ataque de su acechador, no tenia muchas opciones antes de escapar; solo esperaba el mortal dolor que le indicaría haber recibido una letal mordida en una de sus zonas erógenas, seguro se retorcería del súbito dolor que pronto recibiría. Le rezaba a dios con suma demencia, no sabia si le rezaba o le reprochaba el porque a ella ahora aparentemente moriría. De mayor preocupación era el morir destrozada a manos de esa salvaje bestia, sin poder cambiar la realidad. Seguro el joven Marcos, el chico que sus pasos movía y sobre cualquier lugar en sus sueños le llevaba, se haría presente y vería su horrible aspecto; desfigurada y maltrecha.¡ Que mala impresión para alguien que ve a una persona que le amaba en secreto!.


Había sido una buena chica. Amaba a sus padres y hermano, llamaba a sus abuelos de vez en cuando y jamás faltaba a misa los domingos. ¿Entonces, porque a mi?!¿No debería seguir mi vida normalmente, como mis primas lejanas que se casaron y se fueron de este horrible lugar? Imagino que en los planes de sus primas jamás estuvo el morir a manos de una horrible bestia.
Mientras los segundos se habían eternos y las horas infinitas, la bestia solo veía donde empezar su suculenta cena. Se acerco sin poder disimular sus más básicos instintos, no sabia por donde comenzar. Lo cierto era que comenzaría por alguna parte seguro seria un festín pues su víctima, asustada y desprotegida era bastante voluptuosa. En cambio, el tenia varios días hambriento y no podía esperar un segundo más. Sus ansias finalmente ganaron hasta querer devorar aquel hermoso e inmaculado cuerpo.



Después de todo, hasta el animal más básico querría devorar aquel cuerpo. Mónica se había adentrado en un mal momento al bosque, sus ropas demasiado finas para una simple chica de pueblo se habían elevado a los más altos árboles del tenebroso bosque. Sus muslos estaban descubiertos, pues su cobertor había perdido también. Llovía, eran poco más de las diez de la noche y solo se dispuso a recoger un poco de leña para calentar a su artrítica madre. Se había colocado la fina bata que su tía Catalina Douders le había dado en su décimo noveno nacimiento.


Era una provocativa bata que ella usaba solo para dormir. Pues según su madre, seguro levantaría bajas pasiones en sus vecinos. Aunque era la continua intención de Mónica que Marcos le viera. La bata era blanca, de satén puro y muy corta. Dejaba casi al descubierto sus voluptuosos pechos y sus hermosas y delicadas piernas. Sus muslos también se veían.


Había tomado la lámpara. Intentaba alejar al extraño y a la vez peligroso animal de frente de ella y con el mismo objeto la pendulaba hacia el, mientras las efímeras llamaradas de la lámpara de kerosén se dibujaba en los impávidos ojos del extraño felino. Sus pupilas orbitaban mientras daba tres pasos conteniendo el deseo de abalanzarse sobre la hermosa mujer. Finalmente, Mónica deseaba vehemente arrojar la lámpara al extraño individuo. Pero el temor se apoderaba cada vez más de ella, supuso que arrojarla hacia el con furia y determinación le encendería el cuerpo en llamas y así tendría suficiente tiempo de escapar. Sin embargo, comenzó a considerar que sus manos estaban demasiado sudadas y seguramente fallaría en el intento, era extraño para ella porque sabía que debido al terror que hasta el tuétano sentía por la pronta aparición del extraño y salvaje individuo, por esa causa el insignificante intento, podría fallar. De ser así, quizás sus piernas no responderían debido al frío congelante que esta época traía. Tal vez solo apresuraría su muerte contribuyendo en buena medida a tal fin. Pero no era tiempo para ponerse a lamenta r si debía o no hacerlo, que haría, nada ni nadie podía ayudarle a tomar esa decisión.

Ya para este momento, dos grandes lágrimas se dibujaron por las bifurcaciones de sus hermosos y ámbar ojos. Sentía que la tristeza y frustración eran objeto de su desgraciada vida, pero aun así no quería decirle adiós a la vida que le había tocado vivir en este lejano pueblo de “La Gardenia”. Al intentar acercar más la luz hacia la extraña bestia para al menos conocer el rostro de su acechador, descubrió una verdad que le conmociono aun mas. Observo con detenimiento algo que jamás hubiera imaginado: la extraña criatura estaba casi completamente erguida en lo que parecían ser dos piernas, su cuerpo mostraba una anatomía bastante definida y escultural, al divisar tras sus mugrienta y delicadas mechas, un par de destellos fugaces se dibujaron.

Al saberse observado, la extraña criatura se desvió de instinto y rápidamente cubrió su rostro con el antebrazo izquierdo. Los ojos de Mónica no daban crédito a su extraño y confuso descubrimiento. ¿Seria un hombre de verdad? O ¿Quizás algo que se le parecía? Quería tratar de ver en sus intrínsecos pensamientos el resultado final de sus conjeturas, pero si era un hombre real ¿Por qué intentaba arrebatar su vida? Llego a la conclusión rápidamente que se trataba de un salvaje.

Un salvaje en pleno año de 1987, parecía una historia de sus antepasados. ¡Nadie lo creería! Además, porque habrían de creerlo, solo podían ser cuentos fantasiosos de una chiquilla asustada una noche de frió invierno. El sudor frío que su cuerpo expelía se hizo tan denso como una cálida lágrima en un inmenso glacial. El extraño joven la veía como si intentara divisar sus más íntimos secretos y extraños pensamientos, cosa que le seria inútil. Ya sin hacerse esperar más, las personas del pueblo empezaron con rapidez a buscar e intentar hallar a la extraña y delicada joven.

Se veían unas diez antorchas dibujadas en la pronunciada oscuridad de la noche. Probablemente eran los hombres del pueblo, pocas eran las mujeres que se atreverían a salir sabiendo que chacales y lobos tendrían una apetitosa cena. Sin hacerse esperar un minuto más, la hermosa y a la vez extraña criatura se abalanzó sobre el incorruptible cuerpo de la hermosa Mónica. Ella no hizo ningún esfuerzo por protegerse, quizás había entendido que era la hora final, la hora de vencer sus temores. Solo un extraño grito corto el silencio de la noche, mientras abría las manos y soltaba la lámpara de kerosén, que casi inmediatamente se extinguió entre la difuminada oscuridad del hermoso, pero tenebroso bosque.



viernes, 22 de diciembre de 2006

¨Huellas en la arena¨


Me levantè temprano esta mañana, este día de verano, aùn con el sol sin aparecer para anunciar como cada día su cautivador resplandor. Su inimaginable, pero esperado despertar.

Casi al rayar el alba sòlo con la finalidad de meditar y así reconocer mis errores, mis pocas virtudes; no porque tuviera poca o escasa auto estima, sino que debía ser realista conmigo mismo.

Saber y reconocer en que había fallado, tratar de reparar daños y faltas, a quien había herido y, créanme, que había hecho bastante daño tanto a seres queridos, como a mi propia persona.

Comenzaba a caminar con los pies desnudos, sintiendo la fría arena de tan hermoso paraíso terrenal, con una vista simplemente espectacular e increíble que me hacia sentir muy chico y en cierta forma miserable. Recuerdo a mi familia, lo que fue, mis fabulosos hijos; Estefano y Fabián simplemente inteligentes, creativos y sencillos. Una hermosísima esposa; Lara, esbelta, inteligencia innata que mis hijos sin duda alguna habían heredado y el don de soportar a este; ahora, malgastado retrato de hombre. Una hermosa casa con vista a la gran ciudad, un magnifico auto y hasta una fiel mascota cuyo nombre aun no logro rememorar, un obsequio de su tía abuela en víspera de navidad para los niños cuando ambos contaban 8 y 9 respectivamente.

Todo o hasta mas por lo que había trabajado arduamente en la vida ahora me era gratamente recompensado.

Mis pasos por la fría orilla se hacen cada vez más continuos, mientras mis pies sienten la cálida sensación de relajación repentina frente a tan exuberante arena.

Rememoro a mi espectacular compañera; la cual a pasar de llevar tiempo casada conmigo cuidaba su hermosa figura como si aun fuésemos novios. Dándome dos retoños hermosos como prueba de un ferviente amor por mi; que todo esperaba, nada criticaba, todo soportaba, olvidaba pero como cualquier mortal tenia un limite que yo sobrepase, de modo que un día se marcho.

En este momento, siento como el agua fresca de la playa, baña con delicia mi vieja y cansada piel mientras la arena se desvanece. Como si de mi pobre alma se tratase para limpiar todo el daño que he hecho, tanto a otros, como a mi mismo.

De mis hijos; dos varones y una hembrita de la cual desconocía su existencia. Hasta solo después que mí amada Lara se marcho, yo no sabia que ella se hallaba embarazada. Nunca menciono de la existencia de nuestro último vestigio de amor. De mi pequeña larita, una replica exuberante de su madre. Inteligentes, simpáticos y buenas personas, como lo más hermoso que la vida me dio: su madre. Son hoy por hoy personas respetables que la sociedad aclama con frecuencia.

Pero todos me han abandonado, hasta mi viejo y antiguo perro, mi mascota ya no es tan fiel, me abandono como todos los demás.

Trato de ver hacia atrás, específicamente la arena por donde he cruzado y caminado e intento ver las huellas tras de mi. Pero es algo inútil se han desvanecido, se han borrado cada una a lo largo de mis pensamientos.

No sientan pena por mí aun cuando estoy triste y a punto de llorar, y tal vez en un estado lastimero, por lo que les he contado. De hecho, yo no he sido un santo con ninguno de ellos. A través de mi experiencia, me di cuenta que es importante dedicarles tiempo espacio y amor verdadero no superficial a nuestros amados seres.

Ahora me doy cuenta que falle muchas veces, pero ya es tarde. Es tarde para sentarme a lamentar lo que una vez tuve y probablemente nunca más tendré. Dedique tiempo de sobra a mi trabajo para que tuvieran todo y nada les faltara, nada. Así fue, vivieron la vida que había soñado para ellos. Pero me falto lo más importante: tiempo y continua dedicación para ellos, solo para ellos.

Hasta que un día, Lara, mi amada se marcho con los niños; pensé que pronto regresaría a compartir conmigo pero fue en vano. Al parecer, todo se había acabado, mi familia se había fragmentado. Pero no, un día regresaron después de haberles suplicado su vuelta. Todo marcho perfectamente bien, intente ser mejor pero nuevamente caí en el abismal círculo vicioso negativo del trabajo absorbiéndome cada vez más.

El sol ha despertado finalmente, sus rubios reflejos se hacen sentir y el paisaje empieza a aclarar. Todo cuanto hice fue vanidad, se fueron de nuevo mi familia y esta vez para no volver. Mis pequeños no veían en mi mas que un extraño, una persona en la cual no se podía confiar. Mi esposa, a un ser que no valía la pena darle un consejo mas; que se conformara con lo poco y a la vez mucho que la vida le había dado. Solo a través del tiempo he entendido que la vida es cruel y nosotros a veces la hacemos aun más cruel.

Que la familia es mas importante que cualquier otra cosa y nuestros amados seres deben ser oídos mientras aun hay tiempo. ¿Cuantos dolores me hubiera ahorrado si hubiera escuchado y no entregado tantas cosas vanas? Solo si hubiera escuchado.... Si hubiera tomado un momento solo para escuchar. Pero nunca lo hice y ya no podré.

Pero ahora soy viejo, solo en mi casa y con tantas fotografías me refugio en la soledad. ¿Porque les herí tanto, cuando lo que mas quise fue su bienestar?

Ya es tarde, todos se han marchado. Todo se ha acabado, hasta el punto de estar abandonado a mi suerte. Una tarjeta de felicitaciones por un efímero año más, una carta alentadora después de una recaída de mi enfermedad, o una palmada luego de un acto generoso son mis méritos por todo lo hecho anteriormente.

Solo veo el paisaje y me doy cuenta que las huellas en la arena son nuestros propios pasos. Las huellas en la arena del tiempo son imposibles de borrar, solo debes esperar no recordar lo que otros no te ayudaran a olvidar.

Ya es tarde para volver atrás, solo se que tengo casi ochenta años y estoy muriendo de leucemia, pero mas doloroso aun es morir de tristeza y soledad.
Nota Importante: Dedico este texto a mis padres; un ejemplo de constancia, tenacidad, dedicación y valor. A mis amigos: Gracias a todos por formar una pequeña, pero muy importante parte de mí, No los nombrare porque cada uno sabe a quien me refiero. Pero gracias sobre cualquier cosa a Dios por ayudarme y darme las fuerzas para seguir siempre adelante, alcanzando y luchando por cada una de mis metas.